El 20 de diciembre de 1973, a las 9:27, el almirante Luis Carrero Blanco, el Presidente del Gobierno de España, conducía a casa de la misa cuando una bomba estalló. El coche fue arrojado a 20 metros en el aire y aterrizó en un balcón en la 2ª planta. Blanco, su chofer y su guardaespaldas murieron en el ataque.
Luis Carrero Blanco fue un militar, escritor y político español. Ocupó el cargo de vicepresidente de 1967 a 1973, cuando el 8 de junio 1973 fue nombrado presidente del gobierno y sucesor de Franco.
El bombardeo ocurrió en Madrid, en la calle Claudio Coello, cuando Blanco regresaba de misa en la iglesia de San Francisco de Borja. El asesinato se hecho por cuatro miembros de ETA, un grupo terrorista fundada en 1959, cuyo objetivo era un País Vasco independiente. El grupo se aseguró la responsabilidad del ataque el 22 de enero de 1974.
Los bombarderos alquilaron un sótano donde cavaron un túnel por debajo de la carretera. En el día del ataque, que se hicieron pasar por electricistas cuando detonaron la bomba que habían colocado en el túnel. Después de la explosión los electricistas gritaron ‘explosión de gas! y se salió de la siguiente caos.
Más tarde justificaron el ataque en una entrevista:
“La ejecución en sí tenía un alcance y unos objetivos clarísimos. A partir de 1951 Carrero ocupó prácticamente la jefatura del Gobierno en el Régimen. Carrero simbolizaba mejor que nadie la figura del «franquismo puro» y sin ligarse totalmente a ninguna de las tendencias franquistas, solapadamente trataba de empujar al Opus Dei al poder. Hombre sin escrúpulos montó concienzudamente su propio Estado dentro del Estado: creó una red de informadores dentro de los Ministerios, del Ejército, de la Falange y aún dentro del Opus Dei. Su policía logró meterse en todo el aparato franquista. Así fue convirtiéndose en el elemento clave del sistema y en una pieza fundamental del juego político de la oligarquía. Por otra parte llegó a ser insustituible por su experiencia y capacidad de maniobra y porque nadie lograba como él mantener el equilibrio interno del franquismo […]”
La muerte de Blanco fue para algunos un paso clave en la dirección de la democracia: cuando eliminaron la elección del sucesor de Franco crearon un vacío de poder que no estaba lleno antes de la muerte de Franco en 1975. Fue el comienzo de La Transición.
Fuentes