Después de la victoria de Syriza, Pablo Iglesias ha dicho que finalmente Grecia tiene un presidente greco real, y no solo “un delegado de Angela Merkel”. Está positivo sobre la victoria de su partido asociado, pero advierte que las situaciones en los dos países están muy distintas, y no se puede extrapolar.
Primeramente, señala a la grande diferencia entre los disminuciones en los dos países, y que Grecia está sufriendo un crisis más grave que España. También el tamaño de la economía española significa que España no tiene que sentir tan amenazada de las exigencias de la UE, como Grecia.